Cómo cambiar la contraseña del correo institucional
¿Cree que su cuenta de correo institucional podría estar en riesgo? Lo mejor que puede hacer para evitar problemas es llevar a cabo el cambio de contraseña.
Al cambiar la contraseña del correo institucional estará garantizando el máximo nivel de seguridad. No obstante, también tiene otros beneficios, como poder elegir una clave que se ajuste mejor a lo que puede recordar.
¿Cómo cambiar la clave del correo institucional paso a paso?
Es importante que tenga en cuenta que el sistema para cambiar la contraseña de su correo institucional depende de la plataforma web que esté utilizando su universidad o centro de trabajo. Hay distintas opciones y cada uno de sus métodos es diferente. Nosotros le explicaremos los más habituales y que se usan de una manera más habitual en Ecuador.
Cambiar la clave del correo institucional con Outlook
Si su correo funciona dentro del entorno de servicios Office 365 de Microsoft, necesitará completar un sencillo proceso de seguridad de Outlook:
- Primero inicie sesión en su cuenta de correo institucional.
- Ahora, en la zona de la esquina superior de la derecha, haga clic en el círculo con su foto o sus iniciales. Se desplegará un menú de opciones en el que tendrá que pulsar en “Mi cuenta”.
- En el siguiente menú desplácese hasta el menú de la izquierda y elija “Seguridad y privacidad”.
- Se abrirá una nueva pantalla con opciones entre las que tiene que entrar en la primera: “Contraseña”.
- A continuación, se le solicitará que introduzca la contraseña anterior, y luego que escriba su nueva contraseña un total de dos veces como sistema de verificación.
- Por supuesto, la nueva contraseña no puede ser la misma que la antigua. Al pulsar en “Enviar”, la contraseña ya habrá cambiado.
Cambiar la clave del correo institucional con Gmail
En el caso de Google, debe realizar las siguientes acciones:
- Entre en su cuenta de correo electrónico con Gmail.
- Mueva el ratón hacia la zona superior de la derecha, justo donde aparece su foto o la primera letra de su nombre dentro de un círculo. Haga clic y pinche en la opción “Gestionar tu cuenta de Google”.
- Eso desplegará un gran menú. En la izquierda busque la opción “Seguridad”.
- Ahora haga un desplazamiento hasta encontrar el apartado “Iniciar sesión en Google” y pulse en Contraseña.
- Podrá ver cuándo se realizó la última modificación a modo de sistema de control. Pulse en esa línea e introduzca su contraseña como manera de verificar su identidad. Pulse en “Siguiente”.
- El sistema le solicitará que introduzca una nueva contraseña y le pedirá que tenga, como poco, ocho caracteres.
- Luego tendrá que confirmar la contraseña y pulsar en “Cambiar la contraseña”. De esa forma ya habrá cambiado la clave y tendrá un acceso con seguridad reforzada.
¿Cómo debería ser una buena contraseña para el correo institucional?
Los expertos en seguridad recomiendan que se trate de una combinación que incluya los siguientes elementos en el orden en el que usted prefiera:
- Letras mayúsculas
- Letras minúsculas
- Números
- Símbolos
La misión es conseguir una contraseña que nadie adivine. De todas maneras, también debería ser una contraseña que usted pueda recordar. Por ello, elegir la mejor contraseña depende de usted.
Nuestra recomendación es que combine los cuatro elementos y que encuentre alguna regla mnemotécnica que le ayude a recordarla. Por ejemplo, podría usar símbolos como las exclamaciones o los guiones, números que no sean consecutivos, ni que tampoco funcionen a la inversa, y letras al azar sin formar aparentes palabras.
Cuando haya decidido su contraseña, asegúrese de que está a buen recaudo en un llavero digital para claves o que las tiene apuntadas en un papel que solo usted pueda ver.
¿Cómo no debería ser nunca su contraseña del correo institucional?
Puede resultarle tentador personalizar su contraseña con nombres o palabras que sean fáciles de memorizar, pero este es un error que es mejor evitar.
Por ejemplo, sería fácil que alguien descubriera que su contraseña es el nombre de su hijo, de su mascota, de su pareja, su fecha de nacimiento o algún otro tipo de palabra que esté relacionada con usted.
Tampoco use palabras que estén de moda ni direcciones. ¿Se imagina cuántas personas han elegido como contraseña el nombre del personaje de televisión más de moda en Ecuador? Este tipo de cosas son muy arriesgadas y nunca se deben hacer.
Por otra parte, evite códigos, números o símbolos que estén relacionados o en serie. Por ejemplo, nunca debe utilizar contraseñas como 123456 o xyz e incluso passwords como qwerty son un riesgo en la actualidad.
Como alternativa, puede usar números y letras para describir palabras de una manera alterada. Por ejemplo, usar el número 0 como una letra O, aunque esto es algo complicado y arriesgado, así que tiene que formar parte de contraseñas complejas y seguras.
¿Cada cuánto tiempo es recomendable cambiar la contraseña del correo institucional?
Los principales especialistas en seguridad recomiendan cambiar la contraseña cada tres meses. Si le parece poco tiempo, también hay quienes creen que lo más recomendable es cada seis meses o un año.
En otros casos, el tiempo de cambio de contraseña deberá de incidentes aislados. Por ejemplo, si se conecta a su correo institucional desde un ordenador que no es aparentemente seguro o que no es de su propiedad, debería hacer un cambio de contraseña una vez haya terminado.
Lo mismo ocurre, por ejemplo, si se conecta a su correo institucional mediante el teléfono usando una conexión Wi-Fi pública o una que no esté bajo su control. Ese tipo de conexiones ponen en riesgo sus credenciales, así que es recomendable que haga todo lo posible para evitar peligros.
¿Qué ventajas tiene cambiar la contraseña del correo institucional?
El aspecto más importante es aumentar la seguridad. El correo institucional es una herramienta poderosa. Su valor está muy por encima de cualquier correo gratuito que se pueda utilizar. Por ello, es importante que siempre esté protegido y que tenga seguridad de que nadie intentará entrar en él.
Con su correo institucional puede recibir comunicaciones confidenciales y usar herramientas privadas. Si actualiza la contraseña se ocupará de ponérselo difícil a los hackers o personas que intenten atacar su cuenta.
Por ejemplo, si se ha producido una filtración de datos de seguridad de su organismo o universidad, lo que hará al cambiar la contraseña será conseguir que ese filtrado de información no le afecte de ninguna manera. Siempre es bueno hacer un cambio de contraseña cada cierto tiempo para asegurarse de tener la máxima seguridad.
¿Desde dónde cambiar la clave del correo institucional?
Hágalo solo desde el ordenador en el que trabaje cada día o del cual tenga el control de forma privada. Nunca se sabe qué puede pasar en su equipo sin que lo sepa. Quizá se esté quedando almacenada la información de lo que está haciendo, lo que lleva a que sea altamente recomendable evitar equipos públicos o que puedan llegar a usar otras personas. Siempre trate los cambios de contraseña de la manera más delicada posible.